La propuesta de Carlos San Basilio (Lugo, 1965) como nuevo presidente de la CNMV ha sido bien recibida por la comunidad inversora, con alivio incluso después de la polémica que rodeó el nombramiento de José Luis Escrivá al frente del Banco de España. El Gobierno ha optado por un relevo sin ruido, por un perfil claramente técnico para dirigir el supervisor del mercado financiero español, aunque San Basilio es también sin duda una apuesta por alguien de la casa. Fue el número dos de Nadia Calviño durante 2018 y 2021, cuando ocupó el cargo de secretario general del Tesoro en un momento especialmente complicado para la economía del país, cuando fue necesario emitir un ingente volumen de deuda soberana para hacer frente a los estragos de la pandemia. Y es Carlos Cuerpo, sucesor de San Basilio en el Tesoro y actual ministro de Economía, quien le elige ahora para presidir la CNMV. Quienes han trabajado con él, señalan el carácter cordial y escasamente polémico de San Basilio.
El próximo presidente de la CNMV se fogueó con los mercados durante la pandemia en su paso por el Tesoro y ahora afrontará el reto de potenciar el mercado de capitales
La propuesta de Carlos San Basilio (Lugo, 1965) como nuevo presidente de la CNMV ha sido bien recibida por la comunidad inversora, con alivio incluso después de la polémica que rodeó el nombramiento de José Luis Escrivá al frente del Banco de España. El Gobierno ha optado por un relevo sin ruido, por un perfil claramente técnico para dirigir el supervisor del mercado financiero español, aunque San Basilio es también sin duda una apuesta por alguien de la casa. Fue el número dos de Nadia Calviño durante 2018 y 2021, cuando ocupó el cargo de secretario general del Tesoro en un momento especialmente complicado para la economía del país, cuando fue necesario emitir un ingente volumen de deuda soberana para hacer frente a los estragos de la pandemia. Y es Carlos Cuerpo, sucesor de San Basilio en el Tesoro y actual ministro de Economía, quien le elige ahora para presidir la CNMV. Quienes han trabajado con él, señalan el carácter cordial y escasamente polémico de San Basilio.
El próximo presidente de la CNMV, a falta de que su nombramiento pase por la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, tuvo ocasión de foguearse con la comunidad inversora en 2020, aunque entre 2017 y 2018 ya había sido director general del Tesoro, y por tanto, con contacto al máximo nivel con los inversores institucionales. España venía de financiarse en 2019 a un coste de casi cero y en el año de la pandemia tuvo que elevar la emisión neta de deuda en 100.000 millones de euros, con unas necesidades de financiación que se dispararon a cerca de los 300.000 millones de euros. “La experiencia de dirigir el Tesoro da mucha relación con el mercado, aporta mucho conocimiento”, reconocen fuentes financieras. Como secretario general del organismo también tuvo durante su mandato un puesto en el Consejo de la CNMV, además de ser miembro también entonces del Consejo del Banco de España y del FROB, organismo del que también fue director de Resolución.
El sucesor de Rodrigo Buenaventura se trasladará a la sede de la CNMV en Madrid desde Londres, donde lleva desde 2021 como director de estrategia del Banco Europeo de Reconstrucción (BERD). San Basilio lleva tres años por tanto fuera del ministerio de Economía y sin contacto directo con la economía española. El BERD se centra en el desarrollo de proyectos de inversión en los países de Europa Central y del Este, en Asia Central, Mongolia y en la región del Mediterráneo sur y oriental. España queda fuera de su ámbito de actuación.
San Basilio vuelve ahora a la primera línea institucional española y da continuidad al perfil técnico que ha caracterizado al mandato de Rodrigo Buenaventura en la CNMV. En el legado de Buenaventura va a quedar la amplia lista de peticiones que incluye el informe encargado por el supervisor a la OCDE, y presentado la semana pasada, sobre cómo impulsar el mercado de capitales español y que incluye numerosas propuestas de cambios regulatorios y fiscales. De hecho, el desarrollo de esas propuestas, dirigidas a potenciar el papel del mercado de valores como una fórmula de financiación más poderosa, será una de las principales tareas de San Basilio al frente de la CNMV, para lo que cuenta con su experiencia como máximo conseguidor de financiación para el Estado al frente del Tesoro. “Tendrá que seguir reivindicando el papel del mercado de capitales. No solo como su guardián sino como potenciador de su desarrollo”, añaden fuentes financieras. Volverá para ello a trabajar con Cuerpo, con quien ya coincidió en el ministerio cuando el actual ministro de Economía era el director general de Análisis Macroeconómico del Ministerio, quien elaboraba los indicadores económicos con los que tomar el pulso a la actividad.
San Basilio retomará el contacto desde su puesto en la CNMV con cuestiones que ya abordó, aunque de forma muy preliminar, cuando dirigió el Tesoro. Así, fue en su mandato cuando comenzó a gestarse la nueva de la Ley del Mercado de Valores, que ya sentó las bases sobre el ámbito de actuación de la CNMV en los criptoactivos y que activó medidas con las que impulsar la inversión, como facilitar las emisiones o reducir las tasas y cargas administrativas. En su paso por el Tesoro, San Basilio también formó parte de la iniciativa lanzada por Calviño con la creación de la Autoridad Macroprudencial Consejo de Estabilidad Financiera (AMCESFI), institución nacional dedicada a identificar, prevenir y mitigar el riesgo sistémico y a procurar una contribución sostenible del sistema financiero al crecimiento económico.
San Basilio es conocedor de las claves de los mercados financieros desde el lado del regulador, no como miembro activo de la comunidad inversora. Nada que ver con la sonada elección hecha por Donald Trump para situar al frente de la SEC a Paul Atkins, un firme defensor de las criptodivisas y actualmente consejero delegado de una consultora estratégica para grandes clientes financieros. Entre sus nuevas tareas, San Basilio también tendrá que implementar una de las regulaciones más esperadas y también más polémicas, el reglamento MiCA que se aplicará desde enero sobre los criptoactivos y que convierte a la CNMV en el supervisor de las plataformas de las divisas digitales. La opa de BBVA sobre Sabadell también será otra de las tareas de San Basilio, aunque su predecesor ya haya resuelto el dilema más importante para la CNMV respecto a la operación. Así, la CNMV aprobará el folleto informativo de la operación solo cuando se conozcan las condiciones que imponga la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, según avanzó la semana pasada Buenaventura.
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