Un representante de UBS Group ha declarado en contra de las acusaciones de acoso a dos ex empleados en el juicio contra la entidad que se celebra en París como parte de una saga judicial que dura ya 15 años. Régis Turrini, actual presidente de la filial francesa de UBS Europa, dijo estar “atónito” de que los testigos se refirieran al banco como una organización mafiosa.
Régis Turrini, presidente de la filial francesa de UBS Europe, rechaza en un juicio las acusaciones de dos ex empleados
Un representante de UBS Group ha declarado en contra de las acusaciones de acoso a dos ex empleados en el juicio contra la entidad que se celebra en París como parte de una saga judicial que dura ya 15 años. Régis Turrini, actual presidente de la filial francesa de UBS Europa, dijo estar “atónito” de que los testigos se refirieran al banco como una organización mafiosa.
“No trabajo en una empresa de estilo mafioso”, aseguró en las declaración judicial preliminar en el estrado. “No se pueden hacer acusaciones así sin más”.
Turrini habló en nombre del banco en el segundo día de un juicio penal que examina las acusaciones de acoso contra dos ex empleados hace más de una década, cuando los trabajadores destaparon las actividades de UBS para ayudar a los franceses ricos a evadir impuestos. Turrini no estaba en el banco en el momento de las acusaciones y UBS ha negado cualquier irregularidad.
UBS Francia —como se conocía a la filial durante la investigación— está acusada de marginar y recortar el bonus del ex auditor Nicolas Forissier, que estaba redactando un informe que apuntaba a un comportamiento ilegal. También se le acusa de penalizar a Stéphanie Gibaud, quien organizaba eventos para clientes ricos, y que ayudó a espiar a clientes en un evento organizado con motivo del torneo de tenis Roland-Garros de 2011.
Forissier acusa a la entidad financiera de acoso a él y a Gibaud después de que ambos descubrieran que el banco estaba ayudando a grandes fortunas a evadir impuestos. La responsable de marketing se negó a destruir los datos de los clientes a instancias de sus superiores y fue despedida. Su bonus y el de Forissier también fueron recortados.
Durante la apertura del juicio, el representante de UBS, Régis Turrini, afirmó que la situación “catastrófica” provocada por la crisis financiera de 2007-2008 explica en gran medida las decisiones de gestión relativas a Forissier. Pero el ex auditor dijo a los jueces de París que los problemas financieros de UBS, que llevaron a un rescate suizo, se debían a “enormes errores” de la división de banca de inversión. “La parte de gestión de patrimonio estaba ganando dinero y era rentable a nivel mundial”, dijo.
Un juicio relacionado, pero en una causa separada, culminó con una condena por lavado de dinero para el banco suizo, proceso que surgió en parte del informe de Forissier. Para la entidad, el caso no está completamente terminado después de que el Tribunal Supremo de Francia confirmara su culpabilidad pero aceptara el año pasado el recurso presentado contra la multa de 1.800 millones de euros que recibió por ayudar a los clientes a desviar dinero hacia cuentas en Suiza, lo que abre la puerta a una posible reducción de la multa.
El juicio por acoso está previsto que dure hasta mediados de la próxima semana, y se espera que el fallo se conozca varios meses después.
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