La historia de Hotusa es una historia de las de antes. La de ese emprendedor gallego, Amancio López Seijas (1955, Chantada, Lugo), que hace 47 años se lio la manta a la cabeza, se estableció en Barcelona y, junto a unos amigos, decidió invertir sus ahorros: 150.000 pesetas (el equivalente a 13.000 euros) y, sin experiencia ni formación, montar su propia empresa, el germen del actual Grupo Hotusa. Formado por tres áreas de negocio (Eurostars, una cadena hotelera con 270 establecimientos en 20 países, el 35% en propiedad; Keytel, una firma de servicios con 3.600 hoteles adscritos en 87 países, y Restel, la central de reservas que comercializa 130.000 alojamientos en el mundo y gestiona 3,5 millones de reservas anuales), el conglomerado batió su récord histórico de facturación en 2023, con 1.418 millones de euros, un 23% más que el ejercicio precedente, y de beneficio de explotación, con 202 millones, un 51% por encima.
«Tenemos que rejuvenecer la compañía»
“La empresa tiene cierto sentido de trascendencia. No estamos condicionados por el corto plazo”, asegura el máximo accionista de Hotusa, que no contempla como posibilidad que el grupo se lance a cotizar en Bolsa o que entre algún nuevo accionista en el capital. Amancio López Seijas señala que la compañía reinvierte sus beneficios porque quiere crecer y perdurar. Sus hijas ya están incorporadas a la gestión de la empresa, que su presidente asegura que necesita rejuvenecerse, algo que facilitará la innovación y la tecnología, explica. “Tenemos que implicar a la gente joven en la compañía”, remacha el empresario.
El grupo hotelero prevé resultados récord y busca seducir a los viajeros de más poder adquisitivo con una marca de alta gama y la rehabilitación de edificios singulares
La historia de Hotusa es una historia de las de antes. La de ese emprendedor gallego, Amancio López Seijas (1955, Chantada, Lugo), que hace 47 años se lio la manta a la cabeza, se estableció en Barcelona y, junto a unos amigos, decidió invertir sus ahorros: 150.000 pesetas (el equivalente a 13.000 euros) y, sin experiencia ni formación, montar su propia empresa, el germen del actual Grupo Hotusa. Formado por tres áreas de negocio (Eurostars, una cadena hotelera con 270 establecimientos en 20 países, el 35% en propiedad; Keytel, una firma de servicios con 3.600 hoteles adscritos en 87 países, y Restel, la central de reservas que comercializa 130.000 alojamientos en el mundo y gestiona 3,5 millones de reservas anuales), el conglomerado batió su récord histórico de facturación en 2023, con 1.418 millones de euros, un 23% más que el ejercicio precedente, y de beneficio de explotación, con 202 millones, un 51% por encima.
López Seijas está disfrutando del rebote sin precedentes que está viviendo el sector turístico tras superar la pandemia. “Seguramente el efecto champán y el culto al hedonismo”, dice. “Tendremos un año tremendamente bueno. Un nuevo récord en 2024, con unos ingresos entre un 10% y un 12% superiores a los de 2023 y un crecimiento del ebitda por encima del 20%”, afirma. El presidente de Hotusa presume de que la compañía que dirige “siempre ha obtenido beneficios a excepción de los dos años de la covid y, salvo en 2019, todos los años superaron al anterior”. Sin embargo, el empresario empieza a ver las orejas al lobo. El crecimiento del sector no puede durar eternamente: “El año que viene puede haber una caída del turismo, aunque no importante”, avisa.
Con 6.000 empleados, el grupo sabe que uno de sus mayores hándicaps es el personal. “El talento es el bien más escaso que existe”, dice el presidente de Hotusa, “y no es un momento fácil para la contratación”. Este año ficharán entre 400 y 500 personas y otras tantas el que viene. “Crecemos en plantilla entre el 7% y el 8% con independencia de la evolución de los precios”, señala.
La mayoría para su rama hotelera, la más conocida, pero que representa en torno al 45% de su negocio. La prestación de servicios hoteleros y la central de reservas suman el 55% restante. “Keytel es el alma de Hotusa, el negocio con el que empezamos”, mantiene López Seijas, que hablaba en el congreso de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) en Santiago de Compostela, donde se celebró esta entrevista hace unas semanas, de la necesidad de construir proyectos que trasciendan y reivindicaba el papel del empresario frente a un mundo plagado de financieros, inversores y hombres de negocios. “El dinero no es un fin en sí mismo, sino la consecuencia”, afirmaba, en la creencia de que son los empresarios los que generan riqueza con su afán de crear un legado. “A veces tengo la percepción de ser de otra época y de otro mundo”, reconocía.
Ahora sus intenciones están puestas en recuperar edificios con historia, como los que tienen en La Toja, en Santander o en Nápoles. Es por ese sentido de legado, de compromiso con el territorio, mantiene López Seijas, por el que quieren contribuir con la conservación del patrimonio. Hotusa está rehabilitando el palacio de la Tinta, en Málaga, y el de los condes de Puerto Hermoso y la Casa del Almirante, en Cádiz, así hasta seis establecimientos, de los que no ofrece la cifra de inversión. No obstante, el presidente considera que las administraciones deberían ayudar a los empresarios en esta tarea, “porque a veces la iniciativa privada por sí sola no puede hacer rentables los hoteles”. Son la mitad de los establecimientos que tienen en construcción, señala, y su estrategia para evolucionar hacia un turismo de mayor calidad.
Con ese objetivo también van a lanzar a principios de año una marca de establecimientos de lujo, de cinco estrellas. Partirán con una decena de hoteles entre los que se incluirán algunos de Eurostars y otros históricos que forman parte de su marca Áurea, indica el empresario. Apostando así por atraer a clientes estadounidenses y asiáticos, que son los de mayor poder adquisitivo. También está en obras el hotel Reconquista de Oviedo, al que destinarán dos millones de euros de presupuesto.
Compras por 86 millones
Hotusa está cómoda con su deuda, de 675 millones de euros, según López Seijas, que pretende seguir amortizando anticipadamente los 241 millones de euros que recibió del Fondo de Apoyo a las Empresas Estratégicas de la SEPI. Mientras, continúa adquiriendo hoteles. En 2024 la compañía se ha hecho con seis, el último en Miami, desembolsando un montante de 86,5 millones de euros. “Vamos a seguir comprando hoteles, pero no tenemos un objetivo definido, funcionamos de acuerdo a las oportunidades que van surgiendo”, afirma.
El grupo pretende continuar con sus 20 aperturas anuales (hasta ahora ha cerrado 18 acuerdos entre adquisiciones, alquileres y contratos de management) y expandiéndose a nuevos mercados, tanto europeos como americanos, y ahora comienza con los africanos (está construyendo tres hoteles en Marruecos). “Sí se nota la reacción del cliente ante la subida de los precios”, dice el presidente y máximo accionista de Hotusa, que calcula que se han incrementado una media del 7% como consecuencia del fuerte alza de los costes. “Actualmente ambos parámetros están volviendo a la estabilidad”, dice.
Respecto al nuevo registro que acaba de aprobar el Gobierno para los turistas, el empresario cree que “esta medida afectará negativamente a la demanda, reduciéndola significativamente. A ningún cliente le gusta que le hagan un interrogatorio a su llegada ni tampoco esperar colas interminables para entrar en su habitación”. López Seijas sostiene que el movimiento de turismofobia que ha calado en algunas poblaciones españolas y mundiales no es contra el turismo en general. “El turismo aporta el 13% del PIB en España y hay muchos sectores que dependen de él. El problema tiene que ver con la vivienda, que se ha convertido en negocio turístico. No tiene sentido y a las administraciones se les ha ido de las manos. Hay que regular los apartamentos turísticos”, cierra.
«Tenemos que rejuvenecer la compañía»
“La empresa tiene cierto sentido de trascendencia. No estamos condicionados por el corto plazo”, asegura el máximo accionista de Hotusa, que no contempla como posibilidad que el grupo se lance a cotizar en Bolsa o que entre algún nuevo accionista en el capital. Amancio López Seijas señala que la compañía reinvierte sus beneficios porque quiere crecer y perdurar. Sus hijas ya están incorporadas a la gestión de la empresa, que su presidente asegura que necesita rejuvenecerse, algo que facilitará la innovación y la tecnología, explica. “Tenemos que implicar a la gente joven en la compañía”, remacha el empresario.
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