La productividad laboral española se encuentra en horas bajas y no logra salir del bache. Mientras que el incremento de este indicador ha sido del 0,8% anual en el promedio de la Unión Europea entre 2013 y 2022, en España fue de solo el 0,4% por ejercicio durante los mismos 10 años. Este progreso sitúa al país como el quinto del grupo de los Veintisiete con menores avances y notablemente lejos de la media comunitaria. Tras estas cifras se esconde una evolución de las comunidades autónomas que deja un mapa teñido de rojo cuando se compara cada territorio con la media europea. En un índice con base 100, en el que la referencia es el promedio comunitario, solo el País Vasco (106,2 puntos), Navarra (100,6) y Madrid (100 puntos clavados) superan o alcanzan el umbral. El resto está claramente por debajo, con Cataluña (92,8 puntos) y Extremadura (74,2) en los dos extremos, según muestra el Análisis de la productividad del trabajo en las CC AA, publicado este miércoles por el Consejo General de Economistas (CGE).
País Vasco y Navarra superan el promedio europeo y Madrid lo iguala, según el Consejo General de Economistas
La productividad laboral española se encuentra en horas bajas y no logra salir del bache. Mientras que el incremento de este indicador ha sido del 0,8% anual en el promedio de la Unión Europea entre 2013 y 2022, en España fue de solo el 0,4% por ejercicio durante los mismos 10 años. Este progreso sitúa al país como el quinto del grupo de los Veintisiete con menores avances y notablemente lejos de la media comunitaria. Tras estas cifras se esconde una evolución de las comunidades autónomas que deja un mapa teñido de rojo cuando se compara cada territorio con la media europea. En un índice con base 100, en el que la referencia es el promedio comunitario, solo el País Vasco (106,2 puntos), Navarra (100,6) y Madrid (100 puntos clavados) superan o alcanzan el umbral. El resto está claramente por debajo, con Cataluña (92,8 puntos) y Extremadura (74,2) en los dos extremos, según muestra el Análisis de la productividad del trabajo en las CC AA, publicado este miércoles por el Consejo General de Economistas (CGE).
La productividad es un indicador clave en el análisis de cualquier economía. Tal y como recuerda el CGE en el documento, es la relación entre la producción generada por un territorio, sector o empresa y los recursos que se han utilizado para ello. Así, un aumento de la productividad indica que todas las palancas disponibles se han combinado de manera más eficiente. Por eso mismo, la evolución registrada evidencia que uno de los problemas más importantes de la economía española en las últimas décadas “es la incapacidad de mejorar sustancialmente y de manera continuada su eficiencia productiva, más allá de los incrementos puntuales observados en las fases de crisis por efecto de la intensa caída del empleo”, destaca el documento.
El trabajo que han llevado a cabo los economistas analiza la productividad entre 2013 y 2022 de las 242 regiones que conforman la Unión Europea y certifica que las unidades territoriales con mayor desempeño están en Irlanda, Bélgica, Alemania, Dinamarca, Francia, Países Bajos, Suecia y Luxemburgo. Al otro lado, las que peor eficiencia registran se encuentran en Bulgaria, Rumania y Polonia. Con estos datos, se clasifica cada uno de los territorios y se les incluye en el quintil de desempeño correspondiente. El País Vasco, por ejemplo, ocupa el puesto 120, mientras que Navarra y Madrid caen al 129 y el 131. En el otro extremo, la ciudad de Melilla, la Región de Murcia y Extremadura están en los puestos 158, 161 y 162, respectivamente. Pese a estas diferencias, todas las regiones españolas están en la mitad baja de la tabla y se mueven entre el tercer y cuarto quintil.
“Los resultados obtenidos arrojan un panorama preocupanteque evidencia un insuficiente desempeño de la economía española en términos de productividad”, resume el presidente del CGE, Valentí Pich. Esta problemática, prosigue, se prolonga en el tiempo y dificulta su convergencia respecto a los promedios comunitarios. “Mejorar los niveles de productividad no solo debe ser un objetivo como país, sino también una necesidad para no quedar rezagados tanto de las tradicionales potencias económicas mundiales como de las nuevas economías que emergen con fuerza en el panorama internacional”, añade.
Los economistas han desarrollado una radiografía a nivel nacional que ayuda a entender el porqué de las grandes diferencias dentro de España y su evolución durante la década analizada. Para ello, también se construye un índice con base 100 cuya referencia es, en este caso, la media nacional. Cataluña, Islas Baleares y La Rioja oscilarían entre los 100 y los 110 puntos en el año 2022, mientras que por encima de este nivel estarían solo las tres regiones punteras. Ya por debajo del umbral medio se encontrarían Comunidad Valenciana, Cantabria, Asturias, Galicia, Aragón y Castilla y León, además de Ceuta, con entre 90 y 100 puntos. Extremadura, Murcia, Canarias, Andalucía y Castilla-La Mancha, junto con Melilla, estarían por debajo de los 90.
En un análisis más a largo plazo, entre 2013 y 2022, el mayor dinamismo y ratio de mejora se observaría en Baleares, Cantabria, Galicia, Madrid, Murcia, Navarra, el País Vasco, La Rioja y, sobre todo, las dos ciudades autónomas. Por el contrario, Canarias y Extremadura serían las comunidades con peor evolución y pérdida neta de productividad. El resto de los territorios habrían registrado avances testimoniales.
Según José Carlos Sánchez de la Vega, economista y director del informe, las brechas interterritoriales se explican esencialmente por factores tales como la estructura productiva y ocupacional, el esfuerzo tecnológico, la calidad del empleo, el tamaño de las empresasy el capital humano. Los economistas, por ejemplo, recuerdan que las actividades inmobiliarias y las financieras y aseguradoras son las más eficientes en todos los lugares. En el extremo opuesto, las artísticas, recreativas y de entretenimiento, la reparación de artículos de uso doméstico, y la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca son las que, con diferencia, presentan los valores más reducidos. Por eso, las comunidades con un mayor peso del sector agrario presentan un menor desempeño, al igual que aquellas en las que hay menor inversión en I+D o que presentan una tasa de temporalidadalta entre sus trabajadores. Las que tienen mayor presencia de empresas de más de 250 trabajadores arrojan mejores resultados, así como aquellas con mayor cualificación y formación de sus empleados.
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