El 9 de julio estaba marcado en el calendario de los inversores como una fecha clave para el devenir del comercio global. Ese día, la Administración Trump tenía previsto anunciar nuevas sanciones comerciales contra sus principales socios. Sin embargo, la imprevisibilidad —marca de la casa del republicano— volvió a imponerse. Tras varios mensajes durante el fin de semana anunciando que los aranceles recíprocos entrarían en vigor el 1 de agosto, los mercados siguen de cerca el desarrollo de las negociaciones.
El selectivo español avanza alrededor del 1,24% y recupera los 14.200 puntos
El 9 de julio estaba marcado en el calendario de los inversores como una fecha clave para el devenir del comercio global. Ese día, la Administración Trump tenía previsto anunciar nuevas sanciones comerciales contra sus principales socios. Sin embargo, la imprevisibilidad —marca de la casa del republicano— volvió a imponerse. Tras varios mensajes durante el fin de semana anunciando que los aranceles recíprocos entrarían en vigor el 1 de agosto, los mercados siguen de cerca el desarrollo de las negociaciones.
Los inversores no pierden las esperanzas de que finalmente se alcance un entendimiento y se logre evitar una guerra arancelaria a gran escala. Los gestores se han acostumbrado a convivir con el ruido y han optado por no dejarse influir por las declaraciones. Esto ha permitido a las Bolsas sacudirse los miedos y seguir avanzando posiciones.
En una jornada en la que el sector tecnológico marca el rumbo en Wall Street, el Ibex 35 ha sumado un 1,24% que lo devuelve a los 14.200 puntos. Todas las miradas están puestas en la UE para la que Trump ha asegurado que enviará una carta los próximos días. A falta de conocer el veredicto, el republicano agita el comercio mundial y anuncia un gravamen del 50% a las importaciones de cobre y del hasta 200% sobre los medicamentes que se produzcan fuera de EE UU.
Las ganancias han sido generalizadas en la renta variable española, pero por encima de todos destacan las subidas de los bancos e Indra (5,42%). Un día antes de que celebre el consejo de administración en que se prevé aprobar la fusión con Escribano, los analistas de Goldman Sachs mejoran la valoración de la compañía de defensa. Además de aconsejar comprar acciones del campeón del Ibex 35 en el año, los analistas de la entidad estadounidense le dan un potencial del 14,8%, hasta los 45 euros. “Si bien reconocemos el destacado comportamiento de la acción en lo que va del año, vemos una mega tendencia estructural de aumento del gasto en defensa en Europa y España, de la que Indra debería beneficiarse de forma significativa, gracias a su amplia cartera de productos”, apuntan.
El sector financiero también se vio impulsado por la mejora del sentimiento inversor ante la posibilidad de un entorno económico más favorable en la segunda mitad del año. Sabadell lideró las alzas con una subida del 2,42%, que le permitió superar los 3 euros por acción por primera vez en 15 años. Le siguieron otras entidades como Unicaja, que repuntó un 0,77%. En el lado de las caídas, solo cuatro valores cerraron en rojo: Puig, Repsol, Enagás y Naturgy, con retrocesos inferiores al 0,8%.
El comportamiento de la Bolsa español se mantuvo en línea con el de resto de Bolsas europea. El Dax alemán, el Euro Stoxx 50 y Cac francés han registrado avances de en torno al, mientras el FTSE británico ha sumado un 0,15%. En Wall Street, el S&P 500 y el Nasdaq han cerrado con repuntes del 0,61% y el 0,94% respectivamente. A los ascensos de Microsoft, que se ve impulsada por la mejora de las valoraciones de los analistas, se suman las ganancias del 1,8% de Nvidia, primera cotizada que logra los cuatro billones de capitalización.
Con una agenda macroeconómica ligera y sin grandes discursos de la Reserva Federal, el mercado permanece atento a cualquier novedad sobre el frente arancelario. “Aunque los inversores están cada vez más fatigados con el flujo de noticias comerciales, tras la reciente subida de las Bolsas cualquier noticia negativa podría presionar a la baja las cotizaciones”, advierten desde Wolfe Research.
Aun así, el optimismo de algunos analistas gana terreno. En las últimas semanas varios bancos de inversión han aprovechado el entusiasmo para elevar las valoraciones de la renta variable estadounidense. La última en hacerlo ha sido Goldman Sachs que ve al S&P 500 en los 6.600 puntos a cierre de año. “La solidez de los resultados del primer trimestre ha reforzado nuestra confianza”, destacan. “Esperamos que la digestión de los aranceles sea un proceso gradual, y las empresas de gran capitalización parecen tener cierto margen de maniobra gracias a sus inventarios antes del aumento de las tasas arancelarias”, añaden.
El mercado de deuda está mostrando una especial tolerancia a los planes fiscales de la administración EE UU. Aunque la rebaja de impuestos aprobada la semana pasada añadirá cerca de 4,1 billones de dólares (3,5 billones de euros) la próxima década, las rentabilidades de la deuda estadounidense se mantiene estable con el bono a diez años en el 4,36% y la referencia a 30 años en el 4,89%. “Si bien, de momento, no vemos que pueda producirse un nuevo amago de crisis de deuda como en abril, sí esperamos volatilidad en este mercado y que los rendimientos de estos activos se mantengan elevados”, señala Juan José Fernández Figares, director de inversiones de Link Gestión. El euro, que en la última semana llegó a repuntar hasta los 1,18 dólares, da un respiro al BCE y se desliza hasta los 1,17 billetes verdes.
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