El Gobierno tiene previsto tomar una serie de decisiones económicas en el corto plazo que afectarán con especial intensidad a las pequeñas y medianas empresas (pymes). En concreto, el próximo año se producirá un nuevo aumento del salario mínimo interprofesional (cuya negociación de partida podría estar en torno al 4%); a mediados de ejercicio podría entrar en vigor la reducción de la jornada máxima legal a 37,5 horas semanales sin recorte salarial; y desde el 1 de enero las cotizaciones volverán a aumentar para costear el aumento del coste de las pensiones. Cepyme, la patronal de las pymes y socia de CEOE, ve este escenario que se avecina como un cóctel muy nocivo para las empresas de menor tamaño y alerta de que llueve sobre mojado, principalmente en lo que tiene que ver con los costes laborales. Según el último Indicador Cepyme sobre la situación de la pyme, un informe de coyuntura que publica trimestralmente, este gasto ha crecido un 18% desde antes de la pandemia.
La patronal Cepyme alerta de que cada compañía es ahora un 12% menos rentable en términos brutos que en 2019
El Gobierno tiene previsto tomar una serie de decisiones económicas en el corto plazo que afectarán con especial intensidad a las pequeñas y medianas empresas (pymes). En concreto, el próximo año se producirá un nuevo aumento del salario mínimo interprofesional (cuya negociación de partida podría estar en torno al 4%); a mediados de ejercicio podría entrar en vigor la reducción de la jornada máxima legal a 37,5 horas semanales sin recorte salarial; y desde el 1 de enero las cotizaciones volverán a aumentar para costear el aumento del coste de las pensiones. Cepyme, la patronal de las pymes y socia de CEOE, ve este escenario que se avecina como un cóctel muy nocivo para las empresas de menor tamaño y alerta de que llueve sobre mojado, principalmente en lo que tiene que ver con los costes laborales. Según el último Indicador Cepyme sobre la situación de la pyme, un informe de coyuntura que publica trimestralmente, este gasto ha crecido un 18% desde antes de la pandemia.
En concreto, el estudio de la patronal apunta a que los costes de mano de obra crecieron entre julio y septiembre de este año un 4,2% (un 3% si se ajustan por la inflación) con respecto al mismo periodo de 2023. Esto supone el mayor aumento desde junio de 2021. Pero, sobre todo, la patronal de pymes se queja de que si se comparan los costes actuales con los de 2019, estos han escalado un 18,1% en el conjunto de las pymes (un 19% entre las más pequeñas y un 15,3% entre las medianas).
El encarecimiento de la mano de obra afecta en mayor medida a las compañías de menor tamaño, sobre todo a las micropymes de menos de 10 trabajadores. De hecho, Cepyme llama la atención sobre que desde que empezó la recuperación de los peores momentos de la pandemia, durante la mayoría del tiempo, los costes laborales aumentaron más deprisa en las empresas pequeñas que en las medianas. De ahí que desde el primer trimestre de 2021 se haya acumulado una diferencia de más de seis puntos porcentuales entre el incremento del coste de mano de obra según el tamaño de la empresa (un 24% más en las pequeñas, frente a un 18% en las medianas).
La patronal de las pymes atribuye el mayor incremento de los costes laborales en las empresas con menos trabajadores a “la rápida subida del salario mínimo interprofesional (SMI) decidida al margen de lo dispuesto en el Estatuto de los Trabajadores”. Según explican, el salario promedio de las empresas más pequeñas es menor dada su productividad media más reducida. Por ello, un mismo incremento de la retribución mínima legal tiende a impactar proporcionalmente más cuanto menor es el tamaño de la firma.
Esto ha provocado que las sucesivas alzas del SMI (un 26% desde 2019, pasando de 900 a 1.134 euros al mes) hayan recortado la brecha entre los sueldos de las pequeñas y medianas empresas. En concreto, el salario promedio de las de menor tamaño es del 84,1% del sueldo de las medianas, frente al 79% de hace tres años. Esto supone la menor diferencia desde que empezara esta comparativa en 2005. Según cálculos de la patronal que se actualizarán próximamente, los últimos incrementos del salario mínimo han impedido la creación de unos 350.000 empleos adicionales.
Poco margen para invertir
Diego Barceló, responsable de Estudios de Cepyme, considera que esa diferencia de impacto en función del volumen de una compañía “deja a las empresas de menor tamaño con menos margen para la creación de empleo y para inversión”. Eso se refleja, según su relato, en un freno de la nueva ocupación y un aumento de las solicitudes de crédito.
Así, en el tercer trimestre de 2024, las plantillas de las pymes se incrementaron un 1,9%, respecto a un año antes, lo que ha supuesto el menor avance de los últimos tres años y medio. Y, por primera vez en siete trimestres, el número de asalariados en las pymes creció menos que el volumen de ventas (que apenas han avanzado un 0,6% desde antes de la pandemia, aunque están remontando en los últimos trimestres). Eso ha contribuido a compensar parte de la productividad media perdida en los trimestres anteriores, pero no lo suficiente para poner este indicador en positivo tras siete trimestres consecutivos de caídas interanuales.
Por su parte, los nuevos préstamos bancarios a pymes crecieron un 12% interanual a precios constantes en el tercer trimestre del año. De esta forma, los créditos para estas compañías “han vuelto a donde estaban en 2017, pese a que el PIB es cerca de un 11% mayor”, señalan en Cepyme.
Caída de rentabilidad
En este escenario, el estudio resume la coyuntura de las pymes en la marcha de un indicador: su rentabilidad bruta. Se trata de medir la diferencia, antes de impuestos, entre las ventas y el coste de los bienes vendidos (materias primas, mano de obra, energía, y otros insumos). El resultado es que las pymes son ahora un 12% menos rentables en términos brutos que en 2019. Así, la moderación de la inflación, del precio de la energía (que se redujo un 10% en el tercer trimestre) o el último repunte de las ventas no son suficientes para compensar otros sobrecostes, fundamentalmente los laborales.
Por todo ello, los responsables de Cepyme insisten en reclamar “que se piense en las pymes a la hora de adoptar medidas económicas y procurar que estas alienten la ganancia de tamaño empresarial, especialmente antes de adoptar decisiones referentes a variaciones en el tiempo de trabajo, salario mínimo o subida de cotizaciones”.
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