La marca deportiva Luanvi, conocida por haber sido la empresa que vestía a varios equipos de fútbol y hasta hace semanas al conjunto de baloncesto Valencia Basket (propiedad del presidente de Mercadona, Juan Roig), ha entrado en concurso de acreedores. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Valencia aceptó a mediados de junio la solicitud de la compañía fundada por Vicente Tarancón (empresario valenciano que falleció a causa de las inundaciones provocadas por la dana de octubre de 2024) de que se iniciara el trámite concursal, después de no lograr un acuerdo con la banca para refinanciar las deudas.
La firma planteó un nuevo plan de negocio para reducir las deudas e intentó negociar con entidades financieras, según señalan sus últimas cuentas anuales
La marca deportiva Luanvi, conocida por haber sido la empresa que vestía a varios equipos de fútbol y hasta hace semanas al conjunto de baloncesto Valencia Basket (propiedad del presidente de Mercadona, Juan Roig), ha entrado en concurso de acreedores. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Valencia aceptó a mediados de junio la solicitud de la compañía fundada por Vicente Tarancón (empresario valenciano que falleció a causa de las inundaciones provocadas por la dana de octubre de 2024) de que se iniciara el trámite concursal, después de no lograr un acuerdo con la banca para refinanciar las deudas.
En este contexto, según consta en el registro público concursal, el juez Jacinto Talens Seguí ha nombrado un administrador concursal para que gestione la firma durante el proceso y garantice los activos que permitan afrontar las obligaciones financieras, tal y como marca la norma concursal. La compañía con sede en Paterna, y ahora pilotada por Javier Tarancón García, hijo del fundador, llega a esta situación tras no poder desarrollar con éxito el plan de negocio previsto para 2024 y no culminar las conversaciones entabladas con los acreedores para evitar el concurso.
Luanvi, que coge los nombres de sus fundadores, los hermanos Luis, Antonio y Vicente Tarancón, inició su andadura a principios de los 70, dedicada a la producción y comercialización de disfraces, dando un giro comercial en 1972 hacia las equipaciones deportivas, llegando a estar presente en olimpiadas y competiciones internacionales. En 2022 firmó con New Balance un contrato para la distribución exclusiva en España y Portugal de su línea de equipaciones deportivas.
La marca valenciana ha vestido a los clubes de fútbol de su región, como el Valencia CF, Villarreal y Levante, pero también de otros puntos de la geografía española, como el Real Zaragoza, Granada, Tenerife, el Deportivo Alavés o el equipo de fútbol sala Jaén Paraíso. También se ha extendido a otras disciplinas como el baloncesto, al patrocinar al Valencia Basket durante varias etapas (siendo la última de más de 15 años y hasta el pasado mayo, cuando terminó su relación coincidiendo con la final de la Liga Endesa frente al Real Madrid), al TDK Manresa o al conjunto del municipio madrileño de Fuenlabrada; así como la Maratón de Valencia (que organiza la Fundación Trinidad Alfonso de Roig, presidida por el empresario Juan Roig) y Málaga; y a la Federación Española de Voleibol.
De acuerdo a las cuentas anuales de 2023 de la firma textil, las últimas disponibles y que fueron auditadas por la big four Deloitte, Luanvi facturó en dicho ejercicio un 7,84% más que en 2022, alcanzando los 15,7 millones de euros, principalmente por la venta de ropa y material deportivo. No obstante, el beneficio neto se quedó en 61.206 euros, lo que supuso una caída del 42,6% con respecto al ejercicio anterior (106.792 euros), frente a las deudas, que ascendieron a 10,25 millones de euros por préstamos hipotecarios, distintas financiaciones (como las destinadas a cubrir necesidades de circulante por la estacionalidad de las ventas, que suelen concentrar entre julio y noviembre, según puntualiza la empresa) y créditos ICO concedidos por el Gobierno para afrontar las consecuencias económicas de la pandemia de la covid-19.
Aprovechando que las cuentas se presentaron a finales de 2024 (se depositan a año vencido), en su informe sobre el ejercicio de 2023 la compañía adelanta distintos hitos que tuvieron lugar el año pasado para dar cuenta de su situación actual. Así, apunta que no había podido llevar a cabo el plan de negocio previsto como consecuencia de las “incertidumbres geopolíticas que han conllevado dificultades logísticas, retrasos en la consecución de los hitos de comerciales, incremento de los costes de aprovisionamientos y aumento de los tipos de interés”. Una situación que se ha agravado, prosiguió, por la “excesiva acumulación de existencias” derivada del modelo de aprovisionamiento focalizado en China y las alteraciones en la cadena de suministro.
Asimismo, señala que en 2024 hubo un incremento de los “gastos de estructura”, ocasionada por la contratación y posterior despido de personal directivo con “un elevado coste para la compañía”. “Todo ello generó relevantes tensiones de liquidez alrededor del mes de mayo-junio de 2024, generando posteriormente impagos a entidades financieras y aplazamientos de pago con proveedores”, indica el documento.
Nuevo plan para reducir costes
Ante esta situación, Luanvi pasó a reformular su plan de negocio, al tiempo que el pasado mes de septiembre inició las negociaciones con las entidades financieras para alcanzar un acuerdo para reestructurar la deuda, que finalmente ha desembocado en el concurso de acreedores. El nuevo plan diseñó, entre otras cosas, la reconfiguración del modelo de producción y aprovisionamiento, con la relocalización del 60% de esta parte del negocio en Marruecos y dejar solo el 40% en China para reducir costes y tiempos, dada la proximidad y rapidez del nuevo modelo de suministro, explica la memoria.
Otro de los puntos estratégicos era la concentración de las ventas de 2025 en menor número de clientes de clubes a los que prestar servicios, así como los patrocinios que “no generan ventas adicionales”, y centrar esfuerzos en acuerdos comerciales con “impacto significativo”, como el contrato con New Balance.
En este marco de la reducción de costes, Luanvi vendió en agosto de 2024 la nave industrial en la que desarrolla su actividad, que, a su vez, ha sido arrendada al comprador por el periodo de 12 años, prorrogable por otros seis años. La operación se cerró en 4,65 millones de euros, de los que algo más de la mitad se destinaron a la amortización del préstamo hipotecario que tenía sobre dicho inmueble; y el coste del arrendamiento anual se fijó en 372.000 euros. Asimismo, el plan proyectó la extensión de los préstamos ICO, concedidos en 2020 por el importe de 2,32 millones de euros, hasta 2028. Estos créditos vencían en 2025, si bien, según indican las cuentas, en 2023 seguía pendiente de devolución unos dos millones de euros.
Feed MRSS-S Noticias