Desde hace un año Paula Conthe (Madrid, 1981) es, como secretaria general del Tesoro y Financiación Internacional, responsable de gestionar una cartera de 1,44 billones de euros en deuda pública, y en su primera entrevista hace balance de cómo la deuda española se ha sacudido la etiqueta de periférica. Mientras Reino Unido o Francia han sufrido fuertes turbulencias en los mercados en un contexto geopolítico explosivo, la deuda española pasa el examen con nota: la prima de riesgo con Alemania ha pasado de los 99 puntos al entorno de 65. El mercado quiere deuda española, insiste, por los buenos datos económicos y el compromiso de estabilidad de las cuentas públicas. Con esta capacidad de tiro, el Tesoro se ha dotado de un colchón millonario en sus emisiones de 2025, entre otros motivos para atender la reconstrucción de Valencia tras la dana. Mientras mira de reojo tanto la política interna europea como la geopolítica mundial, Conthe transmite calma amparada en la confianza que, asegura, le muestran los inversores en la deuda española.
“El alivio financiero a las comunidades ayudará a que todas se financien en al mercado”
P. Hay siete comunidades (Madrid, Asturias, País Vasco, Galicia, Navarra, Castilla y León y Baleares) que se están financiando con emisiones de deuda. ¿La negociación de la quita de deuda podría ser el punto de partida para que abandonar el Fondo de Liquidez Autonómica? Muchos expertos consideran que este mecanismo implica un cierto riesgo moral.
R. No cabe duda de que el FLA es un mecanismo que se diseñó con una vocación temporal para aportar liquidez las regiones en un momento en que el acceso al mercado estaba muy complicado. A medida que se ha normalizado la situación, el compromiso del Gobierno es el de hacer todo lo posible para que esas comunidades vuelvan a emitir bonos. La tarea del Ejecutivo es diseñar los mecanismos para que puedan hacerlo de una manera ordenada y sostenible. Parte de las medidas de alivio financiero que se anunciaron y que se tienen que ver en detalle entran dentro de ese compromiso de apoyar y acompañar a que todas las comunidades retomen el acceso al mercado.
P.¿Se va a trabajar para esto sea así en el plazo más breve posible?
R. Esto depende de ellos y de Hacienda; están en conversaciones con las comunidades y tienen en cuenta todos estos aspectos a la hora de valorar el regreso ordenado a las emisiones de deuda.
P. ¿Qué impacto tiene en la estrategia de financiación la quita de deuda y en los ratings?
R. El efecto neto es nulo; no hay un impacto sobre las necesidades de financiación del Tesoro.
La máxima responsable del Tesoro espera que las quitas de deuda permitan a las CC AA financiarse en el mercado. La nueva Comisión Europa estudia más deuda conjunta: “Se habla con total normalidad de emisiones para financiar defensa”.
Desde hace un año Paula Conthe (Madrid, 1981) es, como secretaria general del Tesoro y Financiación Internacional, responsable de gestionar una cartera de 1,44 billones de euros en deuda pública, y en su primera entrevista hace balance de cómo la deuda española se ha sacudido la etiqueta de periférica. Mientras Reino Unido o Francia han sufrido fuertes turbulencias en los mercados en un contexto geopolítico explosivo, la deuda española pasa el examen con nota: la prima de riesgo con Alemania ha pasado de los 99 puntos al entorno de 65. El mercado quiere deuda española, insiste, por los buenos datos económicos y el compromiso de estabilidad de las cuentas públicas. Con esta capacidad de tiro, el Tesoro se ha dotado de un colchón millonario en sus emisiones de 2025, entre otros motivos para atender la reconstrucción de Valencia tras la dana. Mientras mira de reojo tanto la política interna europea como la geopolítica mundial, Conthe transmite calma amparada en la confianza que, asegura, le muestran los inversores en la deuda española.
Pregunta. La prima de riesgo está próxima a los niveles previos a la crisis de deuda en la zona euro que se saldó con los rescates de 2012. ¿Qué margen hay para que pueda seguir bajando?
Respuesta. Estamos viendo una reducción muy continuada. En los últimos 12 meses ha pasado de rondar los 100 puntos básicos a situar en los 70 o menos, como en las últimas jornadas. Es una buena noticia porque refleja la confianza que tienen los inversores en los fundamentales de la economía y en España como motor de crecimiento en Europa. El 40% del aumento del PIB de la zona euro en 2024 ha corrido a cargo de la economía española y todo apunta a que va a seguir siendo así este año y el próximo. La evolución hay que ir viéndola, pero lo que pensamos es que la mejora ha venido para quedarse. Esto ya de por sí es un gran éxito y estamos muy satisfechos.
P. Mientras tanto, suben los diferenciales de nuestros vecinos franceses por causa las turbulencias políticas con impacto en las cuentas públicas. ¿Hay riesgo de contagio?
R. En 2024 hemos vivido episodios de volatilidad como los ocurridos en el mes de junio tras las elecciones al Parlamento Europa y el adelanto de las legislativas francesas, la inestabilidad sufrida en agosto o los vaivenes registrados a partir de septiembre. A pesar de ello, la demanda e interés de los inversores por la de deuda española se ha mantenido. Está claro que hay que hacer un seguimiento pormenorizado del mercado, pero en líneas generales la demanda inversora parece sólida. Los mercados están prestando atención a los fundamentales y a la buena posición fiscal. El esfuerzo y compromiso que se ha hecho con la responsabilidad fiscal ha permitido reducir el déficit de más del 10% registrando en la pandemia al 3% con el que se espera haber cerrado 2024. Eso es lo que están valorando los inversores. Mientras los fundamentales sigan siendo fuertes, no tenemos razones para preocuparnos en exceso.
P. ¿Qué pueden esperar los inversores de la situación política de la zona euro en los próximos meses?
R. La situación política en la zona euro no va a ser peor que lo que hemos visto en 2024. Hemos visto episodios de volatilidad y la deuda española ha aguantado muy bien el tipo.
P. La compra de deuda por parte de los inversores extranjeros ha superado los 134.000 millones en los dos últimos años. ¿Qué mensajes traslada la comunidad inversora en las reuniones? ¿Les preocupa las dificultades para sacar adelante los presupuestos de 2025?
R. Tenemos un diálogo constante con los inversores; agradecen la flexibilidad del Tesoro para adaptarse a las situaciones. Fuera hay mucho interés por la deuda española y eso se refleja en las reaperturas de las emisiones y en las subastas que se realizan fuera del calendario, que permiten captar más dinero y a más largo plazo (emisiones sindicadas). La situación política de España no es excepcional; sin embargo, en el exterior se percibe a España como un país enormemente europeísta y con mayor estabilidad que en otros. Aunque internamente percibamos ruido, en el exterior nos ven como un país con sólida creencia en los principios y valores de Europa.
P. A pesar de que España paga menos que Francia por la deuda, las agencias de rating siguen otorgándole una mejor calificación, hasta cinco escalones. ¿Qué hace falta para que las agencias de rating den el beneplácito?
R. En el último año DBRS y Scope elevaron la nota de España, mientras Fitch y Moody’s mejoraron la perspectiva de estable a positiva. La revisión al alza de las perspectivas suelen ser el preámbulo de una mejora de la nota. El objetivo es seguir esta evolución positiva para pasar a un alza del rating.
P. En el plan fiscal se contempla que la ratio de deuda sobre PIB baje del 100% en 2027 por primera vez en ocho años. ¿Hay margen para que se adelante en el tiempo este objetivo?
R. El compromiso de España con la consolidación fiscal es muy firme. Se va a seguir trabajando para reducirla de manera continuada y de forma plausible como recogen las normas europeas. El dato es muy anecdótico y si solo nos quedásemos en bajar del 100% no serviría para nada. Lo importante es esa senda descendente.
P. El informe Draghi hablaba de la conveniencia de emitir deuda europea común para acometer los retos que tiene por delante el Continente. La pandemia demostró la capacidad de financiación de Europa unida. ¿Hay perspectivas de ver avances hacia la mutualización en un futuro cercano?
R. Es un elemento que está sobre la mesa. En los próximos días la nueva Comisión Europa va a plantear todo lo que tenemos que hacer por lograr una Unión Europea más competitiva y movilizar toda esa financiación. Hay una unanimidad generalizada y en el ámbito de la defensa ya se habla con total normalidad de esas emisiones conjuntas para lograr la financiación necesaria. Es un bien público europeo y como tal siente sentido que entre en ese debate. Desde España apoyamos esa financiación europea porque es la solución más eficiente para movilizar esas cantidades enormes de dinero que hacen falta para financiar la transformación económica y la transición climática y digital. Es una cosa sobre la que vamos a trabajar e impulsar todo lo posible.
P. El Tesoro aumentará las emisiones en 2025 para financiar las ayudas de las zonas afectadas por la dana. ¿Cuánto dinero se está barajando para la reconstrucción? ¿Hay colchón para atender otros imprevistos, y en concreto por el contexto geopolítico y energético?
R. La elaboración del programa de financiación la hacemos siempre sobre la base de unas estimaciones anuales muy prudentes para poder afrontar cualquier imprevisto que se pueda materializar. Teniendo en cuenta todas las posibilidades hemos aumentado la emisión neta ligeramente (5.000 millones más), pero es pronto para contar con una estimación concreta de cuánto va a costar la reconstrucción. La experiencia de los años nos demuestra la importancia de disponer de una caja con la que poder afrontar los imprevistos.
P. La mayor parte del apoyo a la catástrofe se canaliza vía créditos a largo plazo y tipos de interés reducido. ¿Se baraja elevar las ayudas a fondo perdido?
R. El objetivo fundamental es disponer de los recursos necesarios lo más rápido posible para apoyar la reconstrucción, relanzar la economía y ser más sostenibles. Se irá comprobando el efecto que tienen las medidas puestas en marcha y valorando aquellas cuáles son las más eficientes. La experiencia demuestra que lo que hace falta es que haya financiación accesible lo más rápido posible para reducir el impacto.
P. En 2027 está prevista la liquidación de la Sareb, que no podrá devolver los 29.400 millones de deuda avalada por el Tesoro. ¿Qué impacto tiene en las futuras necesidades de financiación?
R. Sareb tiene un mandato con el que va a seguir cumpliendo hasta 2027. Ese potencial impacto en el aval será un elemento a tener en cuenta en las necesidades de financiación del Tesoro en cada momento. Es efectivamente una necesidad de caja que se tiene presente en los programas de financiación anual y que influye en las proyecciones, pero hasta 2027 aún hay margen y se tiene que ver cómo va a evolucionar.
“El alivio financiero a las comunidades ayudará a que todas se financien en al mercado”
P. Hay siete comunidades (Madrid, Asturias, País Vasco, Galicia, Navarra, Castilla y León y Baleares) que se están financiando con emisiones de deuda. ¿La negociación de la quita de deuda podría ser el punto de partida para que abandonar el Fondo de Liquidez Autonómica? Muchos expertos consideran que este mecanismo implica un cierto riesgo moral.
R. No cabe duda de que el FLA es un mecanismo que se diseñó con una vocación temporal para aportar liquidez las regiones en un momento en que el acceso al mercado estaba muy complicado. A medida que se ha normalizado la situación, el compromiso del Gobierno es el de hacer todo lo posible para que esas comunidades vuelvan a emitir bonos. La tarea del Ejecutivo es diseñar los mecanismos para que puedan hacerlo de una manera ordenada y sostenible. Parte de las medidas de alivio financiero que se anunciaron y que se tienen que ver en detalle entran dentro de ese compromiso de apoyar y acompañar a que todas las comunidades retomen el acceso al mercado.
P.¿Se va a trabajar para esto sea así en el plazo más breve posible?
R. Esto depende de ellos y de Hacienda; están en conversaciones con las comunidades y tienen en cuenta todos estos aspectos a la hora de valorar el regreso ordenado a las emisiones de deuda.
P. ¿Qué impacto tiene en la estrategia de financiación la quita de deuda y en los ratings?
R. El efecto neto es nulo; no hay un impacto sobre las necesidades de financiación del Tesoro.
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