Las fiestas navideñas han llegado antes de tiempo a Canadá. Al menos en lo referente al presupuesto de sus habitantes para este periodo. El primer ministro, Justin Trudeau, anunció en Toronto el pasado 21 de noviembre que gran parte de los ciudadanos recibirá en abril un cheque de 250 dólares canadienses (unos 170 euros). También informó de que el impuesto federal de venta no se aplicará durante dos meses a distintos productos. Dicho impuesto es del 5% sobre el precio de cada etiqueta. Trudeau aseguró que estas medidas supondrán “una gran diferencia para quienes han trabajado duro para vencer la inflación y para los que necesitan apoyo”. Y agregó: “Nuestro Gobierno no puede determinar los precios, pero sí podemos poner más dinero en los bolsillos de los canadienses”.
Las ayudas para las familias en forma de cheque y exenciones fiscales del primer ministro canadiense desatan muchas críticas entre la oposición y los empresarios
Las fiestas navideñas han llegado antes de tiempo a Canadá. Al menos en lo referente al presupuesto de sus habitantes para este periodo. El primer ministro, Justin Trudeau, anunció en Toronto el pasado 21 de noviembre que gran parte de los ciudadanos recibirá en abril un cheque de 250 dólares canadienses (unos 170 euros). También informó de que el impuesto federal de venta no se aplicará durante dos meses a distintos productos. Dicho impuesto es del 5% sobre el precio de cada etiqueta. Trudeau aseguró que estas medidas supondrán “una gran diferencia para quienes han trabajado duro para vencer la inflación y para los que necesitan apoyo”. Y agregó: “Nuestro Gobierno no puede determinar los precios, pero sí podemos poner más dinero en los bolsillos de los canadienses”.
Los cheques serán enviados a 18 millones de personas que cuenten con un empleo y ganen al año menos de 150.000 dólares canadienses. La exención al impuesto de venta federal se aplicará entre el 14 de diciembre y el 15 de febrero. La lista de productos libres de dicha tasa incluye, entre otros, juguetes, árboles navideños, ropa y calzado infantil, cerveza adquirida en supermercados, libros y comida en restaurantes. Ambas ayudas, de acuerdo con el Ministerio de Finanzas, podrían significar un impacto de 6.300 millones de dólares canadienses para las arcas públicas. El primer ministro afirmó que su Gobierno puede aplicar estas medidas debido a que Canadá cuenta con “una de las cuentas públicas más sólidas del mundo”. Trudeau apuntó que estas ayudas no alimentarán la inflación. Antes del anuncio, el déficit del país para el año fiscal en curso estaba proyectado en unos 46.000 millones de dólares canadienses. Sin embargo, varios economistas han señalado que Ottawa deberá realizar inversiones no previstas como consecuencia del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
La federación canadiense de la empresa independiente expresó que muchos de sus miembros se quejan porque tendrán que reprogramar sus cajas de cobro por la condonación fiscal temporal. A su vez, afirman que el nivel de ventas será el mismo, pero que se concentrará en los meses en que esté en vigor dicha exención.
Con la vista puesta en las elecciones de 2025
Algunos consumidores canadienses comentan que estas medidas darán efectivamente algo de respiro a sus billeteras. Los consultados en una encuesta en octubre del Consejo Canadiense del Comercio Minorista indicaron que gastarán en promedio 972 dólares en compras navideñas. Otras voces dicen que hay necesidades más urgentes. No obstante, una idea que suena con fuerza, como dicta el viejo adagio, es que “nada es gratis en la vida”. Buena parte de la ciudadanía cree que Trudeau busca algo a cambio.
Canadá se encuentra en un escenario preelectoral. Los próximos comicios federales están programados para octubre de 2025, pero podrían adelantarse debido a que la agrupación del primer ministro gobierna en minoría. La popularidad de Trudeau sigue en baja forma, pero el político ha reiterado que buscará un cuarto mandato. Los sondeos de las últimas semanas dan una ventaja de entre 16 y 20 puntos al Partido Conservador de Canadá sobre los liberales de Trudeau. El primer ministro ha anunciado recientemente distintas iniciativas, pero la distancia en las encuestas apenas se ha reducido. Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador de Canadá, dijo que Trudeau quiere dar “falsos regalos de Navidad” que son “irresponsables, inflacionistas y electoralistas para salvar el pellejo”.
Los impuestos provinciales y federales sobre las ventas se combinan de forma armonizada en algunas provincias. Los habitantes de estas demarcaciones gozarán de una condonación más alta, pero sus gobiernos dejarán de percibir millones de dólares por estas “vacaciones fiscales”. Ontario, una de ellas, ya anunció que renuncia a la parte que le corresponde, mientras que otras exigen una compensación federal que el Gobierno central ha descartado por el momento. La provincia de Quebec, que recauda un impuesto de venta separado, no prevé sumarse a esta exención temporal.
La exención fiscal fue aprobada en el parlamento el 28 de noviembre gracias a los votos que el proyecto liberal recibió del Nuevo Partido Democrático. Dicha agrupación dice que también apoyará a Trudeau en la iniciativa sobre los cheques, pero quiere que el documento incluya igualmente a jubilados
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