Las acciones de Wallbox han iniciado la sesión de este viernes con su enésima caída en el New York Stock Exchange (NYSE), marcando un nuevo precio mínimo histórico de 0,4533 dólares, ante la incertidumbre sobre los negocios vinculados al vehículo eléctrico. Posteriormente, han registrado un fuerte rebote hasta alcanzar los 0,55 dólares. Aún así, se dejan un 67% desde principios de año, y un 94% desde su debut en Wall Street, en el año 2021.
La acción cotiza en el entorno de los 0,55 dólares cuando la regulación obliga a estar por encima de un dólar
Las acciones de Wallbox han iniciado la sesión de este viernes con su enésima caída en el New York Stock Exchange (NYSE), marcando un nuevo precio mínimo histórico de 0,4533 dólares, ante la incertidumbre sobre los negocios vinculados al vehículo eléctrico. Posteriormente, han registrado un fuerte rebote hasta alcanzar los 0,55 dólares. Aún así, se dejan un 67% desde principios de año, y un 94% desde su debut en Wall Street, en el año 2021.
Con esta bajada, la capitalización bursátil se ha situado en los 130 millones de dólares (a principio de la sesión estaba por debajo de 100 millones), cuando en diciembre del pasado año llegó a superar los 500 millones.
La compañía de soluciones de recarga para vehículos eléctricos ha admitido que, con la caída, incumple alguna de las obligaciones establecidas para cotizar en el NYSE. Wallbox ha señalado que, a finales de noviembre, recibió una notificación del NYSE en la que se indicaba que las acciones acumulaban más de 30 sesiones consecutivas cotizando por debajo de un dólar.
Wallbox ha señalado que, el pasado 2 de diciembre, notificó a la Bolsa de Nueva York que tenía intención de subsanar la deficiencia en el precio de las acciones y volver a cumplir con el estándar de cotización continua de la Bolsa de Nueva York. La empresa puede volver a cumplir este requisito si en un periodo de seis meses posterior a la recepción de la notificación del NYSE, en el último día de negociación de cualquier mes calendario durante el período de curación, el precio de cierre de las acciones alcanza un dólar, mientras que el precio de cierre medio, alcance esta cota durante el período de 30 días hábiles.
La empresa ha asegurado que tiene la intención de considerar todas las alternativas disponibles para solucionar este incumplimiento relacionado con el precio de las acciones y volver a cumplir con los estándares de cotización del NYSE.
La caída en Bolsa ha penalizado a los inversores de Wallbox. Entre sus accionistas principales están Iberdrola; Orilla Asset Management, vehículo inversor de Francisco Riberas, presidente de Gestamp; Marta Santacana, propietaria de Eurofred; Consilium, grupo inversor de la familia Puig; la gestora Seaya Ventures; su cofundador y CEO, Enric Asunción; así como el grupo de soluciones de tecnología energética Generac Power Systems, con el que firmada una alianza estratégica.
Estos accionistas han mantenido el respaldo a la empresa. Wallbox cerró el pasado verano una ampliación de capital de 45 millones de dólares (unos 42,6 millones de euros), de los cuales 35 millones procedieron de Generac. También acudieron Orilla Asset Management, Consilium y Enric Asunción.
No obstante, Wallbox no es la única compañía del sector penalizada. Las norteamericanas ChargePoint y Blink Charging, la noruega Zaptec y la finlandesa Kempower también acumulan pérdidas abultadas, ante la incertidumbre sobre el vehículo eléctrico.
Wallbox ha continuado defendiendo su negocio. En el tercer trimestre del año, la compañía elevó sus ingresos un 7%, hasta 34,7 millones de euros, con un fuerte crecimiento en EE UU, por encima de la media del sector.
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